Tener platos rotos en casa puede parecer un simple descuido o una falta de tiempo para reemplazarlos, pero desde la psicología este detalle puede revelar mucho más sobre el estado emocional y la personalidad de una persona. Ya sea por apego, desinterés o incluso una señal de agotamiento mental, la presencia de vajilla dañada puede ser un indicador de aspectos profundos de la psique.
Esto dice la psicología de tener platos rotos
Desde la psicología, los platos rotos pueden representar una sensación de desorden emocional o dificultades para cerrar ciclos. Una persona que conserva vajilla quebrada podría estar experimentando problemas para desprenderse de situaciones pasadas, acumulando recuerdos que quizás deberían ser superados.
Además de ser un reflejo del estado emocional, los platos rotos pueden estar vinculados con la autoestima y el autocuidado. Aquellas personas que mantienen en su hogar objetos dañados pueden estar expresando inconscientemente una falta de atención hacia sí mismas o incluso un sentimiento de resignación.
Para algunos, la presencia de platos rotos también puede relacionarse con el estrés y la falta de tiempo. En la vorágine del día a día, muchas personas posponen la reparación o el reemplazo de objetos deteriorados, lo que puede ser una manifestación de una mente saturada y sobrecargada.
Desde una perspectiva terapéutica, tomar conciencia de los platos rotos y decidir reemplazarlos puede ser un acto simbólico de renovación personal. Al igual que en la psicología se trabaja en dejar atrás patrones negativos para avanzar hacia una mejor versión de uno mismo, deshacerse de objetos dañados puede ser un paso hacia una mentalidad más saludable.
Fuente: terra.cl