La rica diversidad gastronómica de Chile se manifiesta en platos que fusionan tradiciones indígenas, influencias coloniales y aportes de inmigrantes. Entre estos, destaca el pollo arvejado, una receta que combina la jugosidad del pollo con la frescura de las verduras, el toque del vino y la riqueza del caldo.
Este plato, simple pero reconfortante, es una opción económica y nutritiva que puede acompañarse con arroz, puré o papas cocidas. Para preparar esta receta, necesitarás ingredientes fácilmente accesibles: 4 o 5 presas de pollo (preferiblemente trutros), cebolla, zanahorias, pimentón, ajo, cubito de caldo, agua, laurel, arvejas, aceite, sal, pimienta y, opcionalmente, 100 cc. de vino blanco.
La receta comienza retirando la piel del pollo y dorando las presas en una olla con aceite caliente. Posteriormente, en el mismo recipiente, sofríe cebolla, ajo, pimentón y zanahoria hasta que la cebolla esté transparente. Luego, disuelve el cubito de caldo en agua caliente y agrégalo a la olla con laurel y vino. Regresa el pollo, reduce el fuego y cocina a fuego lento hasta que el pollo esté tierno.
El toque final es agregar las arvejas y cocinar unos minutos más hasta que estén tiernas. El resultado es un plato que encarna la esencia de la cocina chilena: sabores auténticos, ingredientes frescos y una mezcla armoniosa de influencias culturales en este pollo arvejado.
El pollo arvejado es una invitación a explorar los sabores tradicionales de Chile y a experimentar con una receta arraigada en la identidad culinaria del país. Así que, ¿te animas a probar este delicioso plato que seguramente te hará sentir muchos recuerdos en cada bocado?
Fuente: terra.cl